El Hombre de Acero


Warner/DC tiene que estar hasta los mismísimos de que Disney/Marvel le esté comiendo todo el terreno cinematográfico de los superhéroes con varias exitosas producciones al año de diversa calidad fílmica, pero exitosas en cuanto a beneficios para la compañía. Warner sacó tajada a la nueva trilogía de Batman, pero el intento de hacer una franquicia de Green Lanter le salió rana, y la última versión de Superman (allá por el lejano 2006, obra y gracia de Bryan Singer), si bien no fue un fracaso absoluto, no recaudó tantos millones de dólares como les gustaría, así que se abortó su secuela.

*     *     *     *     *

Necesitados de una franquicia superheroica con la que bombardearnos las retinas y sacarnos los euros, le dan otra oportunidad al chicarrón de la gran S y esta vez van a lo seguro. Produce Cristopher Nolan (culpable de la sobrevalorada Origen), el guión va a pachas con David Goyer (ese señor que me entusiamó con Da Vinci's Demons) y dirige alguien muy puesto en adaptaciones superheroicas: Zack Snyder (cuyo remake de El amanecer de los muertos sigue siendo su mejor película, aunque no contento con ella, perpetró las adaptaciones de 300 y Watchmen, y el desperdicio de celuloide que fue Sucker Punch).
Nolan, Goyer y Snyder, grandes visionarios del cine de nuestro tiempo
Contamos con un reparto de lujo: Russel Crowe de padre biológico de Superman, Kevin Costner y Diane Lane de padres adoptivos, Amy Adams es Lois Lane, Laurence Fishburne como Perry White, Michael Shannon de villano de la función (el General Zod), y por último Henry Cavill, que rellena estupendamente el nuevo traje de Superman

Reiniciamos la franquicia. Y la reiniciamos a lo grande. Un espectacular inicio en Krypton, con amago de golpe de estado incluido, nos deja con nuestro protagonista recién nacido lanzado a la tierra vía cohete postal sin remitente, minutos antes de que su planeta natal explote.

SPOILER!

Como inmigrante ilegal, es acogido en Kansas por el amantísimo matrimonio Kent y se nos presenta, a través de diversos flashbacks, su tortuosa infancia de inadaptado. Hasta que, ya con la edad de Cristo, decide peregrinar con cara de pena por la Tierra intentado descubrir su origen y su lugar en el mundo para encaminarse a ser el héroe que todos conocemos.

SPOILER!

La llegada de Zod y sus secuaces a la Tierra pone fin al viaje introspectivo de nuestro fornido héroe y da lugar al comienzo del segundo acto, con las clásicas tácticas yankis de "dispara mucho primero, y si algo se levanta, dispara mucho después". Pero gracias a Krypton ya tenemos a Super bien enfundado en su traje regional, dispuesto a acabar con los planes de genocidio masivo del perverso villano. Comienzan entonces las épicas batallas que destrozan todo lo que encuentran a su paso... masacre, muerte y destrucción sin limites. Y fin.

SPOILER!

Superman en todo su esplendor... ¡AFUS!
Si bien como película de superhéroes me parece un blockbuster palomitero entretenido, como película de Superman me parece un horror. Que nadie dude que lo que se ve es un espectáculo de primer orden, arrolladora visualmente pero sin contenido alguno, con algo que el trío de genios al cargo considera un guión. Ninguno de los implicados parece entender al personaje y lo alejan por completo de sus bases. Convertir a Superman en una figura trágica bajo la lluvia no funciona. No es un Batman cualquiera al que se le pueda remasterizar su origen en un rollo oscuro y pesimista.

El romance con Lois Lane va metido con calzador: la pobre Amy Adams sólo figura en el reparto para que Superman la recoja al vuelo cada vez que se cae de múltiples alturas. Secundarios poco aprovechados y un villano que, tan pronto entra en escena, convierte la película en una serie de secuencias de destrucción masiva. Hasta el punto en que Metrópolis, la ciudad que se supone que tiene que ser salvada, termina reducida a un estupendo solar para reedificar.
No te preocupes, Lois: Superman siempre tiene tiempo
para salvarte a ti, sólo a ti, al resto que les den
Como bien explica Chema Mansilla en su reseña: "Superman es SUPER no porque sea mejor que nosotros, sino porque representa lo mejor que hay en nosotros". Y eso, los que han perpetrado esta película, no lo han sabido entender. Con todo, no dudéis de que la secuela ya está en marcha: la Warner tiene una nueva franquicia entre manos.

A modo de apunte final, me falta John Williams por todas partes. A pesar de un esforzado Hans Zimmer en la banda sonora, no es lo mismo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario